Con este tango que es burlón y compadrito se ató dos alas la ambición de mi suburbio; con este tango nació el tango, y como un grito salió del sórdido barrial buscando el cielo; conjuro extraño de un amor hecho cadencia que abrió caminos sin más ley que la esperanza, mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia, llorando en la inocencia de un ritmo juguetón...
Enrique Santos Discépolo, 1947 - Dedicado a los amigos de La Banquina http://labanquinateatro.blogspot.com/